Entrenamiento personal

Concepto 1&1

El entrenamiento personal es un servicio enfocado a mejorar la salud de las personas, conseguir que tengan hábitos saludables y ayudarles a prevenir lesiones y tratarlas cuando estén. También tiene por objetivo mejorar el rendimiento deportivo tanto de atletas como amateurs, ya que abastece a todas las áreas, desde mejorar la condición física, la rehabilitación, el refuerzo muscular hasta el rendimiento deportivo.

Concepto 1&1. Concepto 1&1. El entrenador está guiando al cliente durante todo el entrenamiento, planificando las sesiones según sus necesidades para mejorar su estado de salud lo antes posible. Durante el entrenamiento le acompaña en la ejecución de los ejercicios, corrigiéndolo constantemente para hacer un entrenamiento seguro tanto a nivel articular como muscular, y conseguir la consecución de sus objetivos.

Refuerzo muscular

Como su nombre indica, se trata de reforzar la musculatura que está débil mediante ejercicios de fuerza muy específicos. Para realizar este trabajo debemos tener muy clara la anatomía muscular para poder diseñar ejercicios lo más analíticos posible para intentar focalizar al máximo lo que queremos trabajar y evitar que compensamos con los músculos que ya trabajan adecuadamente. Se debe buscar una progresión de ejercicios para fortalecer la musculatura, para dar estabilidad y control a nuestras articulaciones, y que los músculos se contraigan en el momento adecuado.

Rehabilitación

En un accidente de moto en el 2016, cuando me estaba volviendo a plantear competir en los triatlones y había acabado de tener mi segundo hijo, un coche me tiró al suelo con la mala suerte de impactarme contra la rótula, fractura conminuta, quinta falange rota y subluxación de hombro, todo en el lado derecho.

Tengo ese momento grabado en la mente, pudiéndolo reproducir a cámara lenta. Cuando me caí al suelo, creía que no me había hecho nada, pero cuando me miré la pierna, ya vi que un hueso no estaba en su sitio.

Momento delicado en el hospital, madre de dos niños con uno de solo cinco meses y otro de dos años, entrenadora personal donde mi físico es fundamental para mi trabajo, y deportista… fractura conminuta de la rótula…

¡Tenemos que operarte!

El mundo se te cae al suelo, y más si la lesión te la ha causado alguien externo, no te la has hecho tú solamente entrenando o compitiendo. Parece que deba ser lo mismo, pero psicológicamente no lo es.

Al cabo de dos días me operan: clave para unir la rótula, cerclaje para unir todas las partes rotas (que eran unas cuantas) y dos ganchos para fijarla supero-inferiormente.

¡Seis semanas de inmovilización! En la cuarta empiezo rehabilitación cada día, dos horas al día (tenso, magnetoterapia, movilizaciones pasivas, hielo…)

A lo largo de ese proceso tienes días de todo. Unos días estás contento porque ves que has avanzado un poco y otros te sientes frustrado porque ves que pasan los días y la rodilla no gana grados de flexión.

Durante el proceso no me quedé solo con la rehabilitación que te hacen a nivel público, sino que fui a fisioterapeutas que me hacían Indiba y me trabajaban la articulación de la rodilla. En los primeros dos meses, junto con la técnica de activación muscular que me acompañó durante todo el proceso, la articulación ganaba rangos de movimiento activos e iba activando toda la musculatura. También hacía entrenamiento de fuerza. Tengo la suerte de estar rodeada de buenos profesionales en el ámbito de la salud, y entre ellos y mi esfuerzo y sacrificio, mi proceso de rehabilitación se aceleró.

Mis entrenamientos de fuerza se basaban en trabajar toda esa musculatura que hacía flexión de rodilla para ganar rango con el método «slow training» y después ganar fuerza tanto de los flexores como extensores de rodilla.

Un año de hierros pasó a ser cuatro meses; de no poder flexionar la rodilla más de 90 grados, a flexionarlo casi el 100%, y de no poder correr, en hacer medias maratones de montaña y ganar mi primera carrera después de la lesión, solo un año después.

Con las lesiones, como todo en la vida, debes ser constante, dar el máximo de ti, entrenar, sufrir, no rendirte, pensar que lo conseguirás, no quedarte a donde te dicen que llegarás, sino no plantearte que nada volverá a ser como antes.

¡Ánimo y piensa a lo grande!

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